Es 1-1-11, una fecha muy «binaria» este primer día del año, muy propio para unas Navidades en las que las redes sociales han desbancado al SMS como medio de felicitación o en el que la dichosa «Ley Sinde» nos ha bombardeado por doquier, poniendo de nuevo de manifiesto la terrible brecha que existe entre la realidad de la tecnología y la comprensión/interpretación que de ella hace la sociedad, los políticos en este caso.
No he hecho resumen del año 2010, y no porque desde el grupo GRIAL no tengamos qué resumir, sino porque al 2010 lo definiría simplemente con el dicho popular de «lo que no te mata, te hace más fuerte», de forma que de cada golpe y zancadilla nos hemos levantado y hemos contestado con nuevos proyectos, ante cada desilusión y revés hemos permanecido unidos para encontrar el motivo para seguir sonriendo y creyendo en lo que hacemos. Por eso, a todos los miembros del Grupo, GRACIAS por estar ahí.
Pero el 2010 es pasado y ahora miramos de frente al 2011. Esto supone que volvemos a la carga con ilusiones renovadas, la cartera llena de proyectos y una bolsa repleta de propósitos grupales y personales. Con la cabeza llena de ideas, saboreamos nuestros últimos días de vacaciones navideñas junto a nuestros seres más queridos, a la vez que seguimos enchufados al cargador de pilas, porque sabemos que en el momento que demos el pistoletazo de salida el 10 de enero, vamos a por un trimestre repleto de actividad en el que sentaremos las bases de lo que va a suponer este 2011 recién estrenado para GRIAL.
Feliz 2011 y en el camino infinito de la búsqueda de nuestro GRIAL, particular o colectivo, nos encontraremos.
Ah, y en cuanto a los propósitos personales, yo, entre otros que me reservo, me hago el de reactivar este blog (espero que no se quede al nivel de los típicos de esta fecha: ir al gimnasio, adelgazar unos kilos, no perder la paciencia con los que nos rodean, etc.).